Ay, ay, ay, qué risa le da

Lo que sigue es una anécdota muy entretenida que cuenta el Loco y que aparece en la película sobre los 100 años del club Vélez Sarsfield. Trata sobre Simeone y su padre. Resulta curioso de la misma, la distensión con la que se muestra Bielsa.


Con la costumbre de no contentarse con los restos

Este es un fragmento de una nota publicada en el diario El País, de España, por el periodista David Trueba. Narra un encuentro entre Pep Guardiola y Marcelo Bielsa.

Hace ya un tiempo publiqué en este Blog, bajo el título "Entre dos genios", una charla que habían mantenido ambos entrenadores. Son dos personajes que comparten una mirada similar sobre el fútbol, aunque con particularidades inherentes a cada personalidad. Obsesivos por el trabajo, inteligentes, ofensivos, amantes del buen juego. Pep y el Loco, dos fantásticos entrenadores.


"La conversación con Marcelo Bielsa fue intensa. Se prolongó durante 11 horas, tras un asado en su casa de campo en las afueras de Rosario. Allí hubo discusiones acaloradas, consulta al ordenador, repaso de técnicas, puesta en escena de posiciones. Hubo preguntas complicadas: '¿Por qué usted, que conoce toda la basura que rodea al mundo de fútbol, el alto grado de deshonestidad de cierta gente, aún quiere volver ahí, y meterse además a entrenar? ¿Tanto le gusta la sangre?'. Pep no se lo pensó dos veces: 'Necesito esa sangre'.

Marcelo Bielsa, que es un entrenador compulsivo, un arquitecto del caos, tuvo palabras de ánimo, pero también sembró de incertidumbres el camino. Le explicó por qué no concedía entrevistas personales a los medios de comunicación. Se resistía a caer en esa especie de juego con los locutores influyentes, con los grandes grupos mediáticos. '¿Por qué le voy a dar una entrevista a un tipo poderoso y se la voy a negar a un pequeño reportero de provincias? ¿Por qué voy a acudir a una emisora líder cada vez que me llame y en cambio jamás a una pequeña radio del interior? ¿Cuál es el criterio para hacer una cosa así? ¿Mi propio interés? Eso es ventajismo.' Guardiola adoptó la medida apenas se hizo cargo del primer equipo del Barcelona. Decidió no conceder entrevistas personales. Someterse, por supuesto, a las ruedas de prensa, tres por semana, sin vetos ni duración acotada, pero no pasar de ahí."